Mi historia es sobre Russell, un superviviente

Este evento tuvo lugar del 01 dic 2019 al 08 jun 2021

El descubrimiento

«Me sentà­a un poco mal y tenà­a una pérdida de apetito, estaba perdiendo peso, también noté que mi orina era bastante oscura, y mis heces eran de color claro. Mi piel también estaba amarillenta, aunque ni yo ni las personas que me rodeaban lo habà­amos notado».

Esto le llevà³ a acudir a su consulta de cabecera, donde le hicieron un anà¡lisis de sangre. Poco después, el médico de Russell llamà³ para informarle de que las pruebas eran anormales y sospechaba que tenà­a un cà¡lculo biliar que le bloqueaba la vejiga, algo que habà­a sucedido 2 aà±os antes.

El 9 de enero de 2020, Russell fue ingresado en el hospital para realizar mà¡s investigaciones, incluyendo una endoscopia y una tomografà­a computarizada, y posteriormente se le insertà³ un stent en el conducto biliar para elevar la ictericia.

Poco después de la endoscopia, Russell fue visitado por el especialista, que le informà³ de que sospechaban que podà­a tener un tumor en la cabeza del pà¡ncreas y que tendrà­a que visitar a otro especialista para obtener otra opinià³n.

Russell visità³ al especialista a finales de enero, y no fueron buenas noticias. Le informaron de que habà­a un tumor de 2,5 cm en la cabeza del pà¡ncreas y que la àºnica opcià³n era someterse a una intervencià³n de urgencia de Whipple, probablemente seguida de un tratamiento de quimioterapia.

Esta es mi historia

Esta es la historia de cà³mo Russell pasà³ de ser un hombre de 59 aà±os, sano y en forma, que disfrutaba de la vida con su mujer, Helen, y sus dos hijos, Thomas y Cassie, a ser diagnosticado de cà¡ncer de pà¡ncreas, el mà¡s mortal de los cà¡nceres comunes.

Russell sobreviviente de cà¡ncer de pà¡ncreasEra diciembre de 2019 cuando Russell comenzà³ a experimentar varios sà­ntomas inusuales.

«Me sentà­a un poco mal y tenà­a una pérdida de apetito, estaba perdiendo peso, también noté que mi orina era bastante oscura, y mis heces eran de color claro. Mi piel también estaba amarillenta, aunque ni yo ni las personas que me rodeaban lo habà­amos notado».

Esto le llevà³ a acudir a su consulta de cabecera, donde le hicieron un anà¡lisis de sangre. Poco después, el médico de Russell llamà³ para informarle de que las pruebas eran anormales y sospechaba que tenà­a un cà¡lculo biliar que le bloqueaba la vejiga, algo que habà­a sucedido 2 aà±os antes.

El 9 de enero de 2020, Russell fue ingresado en el hospital para realizar mà¡s investigaciones, incluyendo una endoscopia y una tomografà­a computarizada, y posteriormente se le insertà³ un stent en el conducto biliar para elevar la ictericia.

Poco después de la endoscopia, Russell fue visitado por el especialista, que le informà³ de que sospechaban que podà­a tener un tumor en la cabeza del pà¡ncreas y que tendrà­a que visitar a otro especialista para obtener otra opinià³n.

Russell visità³ al especialista a finales de enero, y no fueron buenas noticias. Le informaron de que habà­a un tumor de 2,5 cm en la cabeza del pà¡ncreas y que la àºnica opcià³n era someterse a una intervencià³n de urgencia de Whipple, probablemente seguida de un tratamiento de quimioterapia.

A pesar de la urgencia de la enfermedad de Russell, le dijeron que tendrà­a que esperar 3 meses para someterse a la intervencià³n de Whipple debido a los largos tiempos de espera. Una perspectiva preocupante si se tiene en cuenta que mà¡s del 80% de los pacientes con cà¡ncer de pà¡ncreas mueren en los tres meses siguientes al diagnà³stico.

Afortunadamente, fue entonces cuando la esposa de Russell intervino.

«Finalmente, tras varias sàºplicas de mi mujer, me dijeron que podà­an intentar remitirme al Kings Hospital de Londres, ya que previamente habà­an aceptado aceptar algunos casos de Morriston en régimen de remisià³n».

El Kings Hospital aceptà³ hacerse cargo del caso de Russell con la condicià³n de que éste acudiera a una consulta, que incluà­a un escà¡ner PET y una evaluacià³n preoperatoria. Russell y su esposa se dirigieron al hospital el 12 de febrero.

«Tanto mi mujer como yo nos quedamos en estado de shock cuando nos llevaron a una sala lateral con la enfermera especializada en cà¡ncer, que procedià³ a darnos folletos de McMillan, folletos sobre el cà¡ncer y folletos de Whipple, mientras nos decà­a que era probable que se tratara de un cà¡ncer, pero que no podà­an asegurarlo.

Puedo decir sinceramente que esa hora en la enfermerà­a fue la peor experiencia que he tenido en mi vida, sin duda.»

El 16 de febrero, Russell ingresà³ en el Kings Hospital y se despidià³ entre là¡grimas de su mujer, que se alojaba en un hotel cercano.

«Me desperté sobre las 8 de la tarde en la UCI rodeada de tubos, cables y goteros sintiéndome mal. La operacià³n le habà­a llevado al Sr. Menon 10,5 horas».

«El resultado de mi Whipple fue que el tumor era canceroso, de aproximadamente 3 cm de tamaà±o, pero lo habà­an extirpado con éxito y no habà­a propagacià³n».

La operacià³n de Russell fue tan exitosa que en dos dà­as ya no estaba en la cama y fue dado de alta 8 dà­as después. Sin embargo, su viaje de recuperacià³n fà­sica y emocional no habà­a hecho mà¡s que empezar.

«Intenté mantener la movilidad en la medida de lo posible, caminando todos los dà­as e intentando hacer mà¡s cosas en la casa y el jardà­n».

«No me malinterpretes, hay dà­as duros y luego dà­as aàºn mà¡s duros en los que lo àºnico que quieres hacer es acurrucarte y olvidarte de que todo existe. Emocional, nunca he sido tan emocional como desde la operacià³n, podrà­a haber llorado por algo casi todos los dà­as».

El tratamiento también habà­a hecho que Russell perdiera 3½ piedras desde diciembre de 2019 hasta marzo de 2020 y entonces se le dijo que necesitarà­a un curso de seguimiento de quimioterapia.

Russell recibe quimioterapia para el cà¡ncer de pà¡ncreas
«No puedo decir que estuviera deseando recibir 6 meses de quimioterapia, nadie lo harà­a, pero hay que hacer todo lo posible para tratar de garantizar la superacià³n del cà¡ncer».

Ahora, mirando hacia atrà¡s en su viaje, Russell aprecia la suerte que tiene de estar en el 26% de las personas que sobreviven un aà±o después de un diagnà³stico de cà¡ncer de pà¡ncreas.

A dà­a de hoy, estoy mejor y mà¡s fuerte cada dà­a y aunque todavà­a tengo dà­as «oscuros» en los que no me siento al 100%, me siento afortunado en cierto modo, afortunado de que me remitieran, afortunado de que aceptaran operarme, afortunado de que fuera justo antes de que empezara la pandemia, afortunado de que siguieran adelante con mi quimioterapia pero, sobre todo, afortunado de tener una esposa carià±osa, fuerte y decidida y también unos hijos (20 y 25 aà±os) que me han apoyado durante todo este viaje.

Sé que he ganado mi batalla contra el cà¡ncer de pà¡ncreas y quizà¡ haya mà¡s batallas por venir, pero ayuda intentar ser lo mà¡s positivo posible.

La vida para mà­ y para mi familia ha cambiado, tenemos una nueva perspectiva de la vida y, sea cual sea el futuro que nos depare, intentamos aprovechar al mà¡ximo cada dà­a que tenemos juntos».

El impacto del tiempo

A dà­a de hoy, estoy mejor y mà¡s fuerte cada dà­a y aunque todavà­a tengo dà­as «oscuros» en los que no me siento al 100%, me siento afortunado en cierto modo, afortunado de que me remitieran, afortunado de que aceptaran operarme, afortunado de que fuera justo antes de que empezara la pandemia, afortunado de que siguieran adelante con mi quimioterapia pero, sobre todo, afortunado de tener una esposa carià±osa, fuerte y decidida y también unos hijos (20 y 25 aà±os) que me han apoyado durante todo este viaje.

Sé que he ganado mi batalla contra el cà¡ncer de pà¡ncreas y quizà¡ haya mà¡s batallas por venir, pero ayuda intentar ser lo mà¡s positivo posible.

La vida para mà­ y para mi familia ha cambiado, tenemos una nueva perspectiva de la vida y, sea cual sea el futuro que nos depare, intentamos aprovechar al mà¡ximo cada dà­a que tenemos juntos».