María

Mi historia es sobre mi padre

 

Este evento tuvo lugar del 1 de junio de 2014 al 13 de mayo de 2015

 

El descubrimiento

El 1 de junio de 2014 mi sano papá de 53 años tuvo su primer dolor. En urgencias, escuchamos las palabras que cambiaron nuestras vidas para siempre: “una masa en el páncreas”. En el hospital me hicieron una biopsia y no obtuvieron ninguna célula positiva, por lo que me dijeron que se habían equivocado en el diagnóstico y que se trataba de una pancreatitis. Le enviaron a casa con sugerencias sobre cómo prevenir los brotes. En los 3 meses siguientes, tuvo dolores de forma intermitente y fuimos a un hospital más grande y especializado donde le hicieron múltiples CPRE y un total de 7 pruebas antes de obtener una célula positiva. Mi novio de entonces entró en casa de mis padres para pedir mi mano en matrimonio unos 5 minutos después de que el médico le llamara para darle la noticia de las células positivas.

 

Esta es mi historia

Viajamos a 2 horas de distancia donde en septiembre de 2014, le hicieron la Whipple y la resección de venas. El cirujano nos dijo que había un 90% de posibilidades de que no sobreviviera. Cuando se le comunicó esta noticia a mi padre, su respuesta fue que tenía un 10% de posibilidades. Puedo hacerlo. Unas semanas después, me comprometí y supe que quería casarme rápidamente debido a su diagnóstico. Nos casamos en noviembre de 2014 y en los 2 meses que pasaron desde la cirugía de mi padre hasta el día de mi boda, perdió mucho peso y empezó a verse muy débil. Marzo de 2015, comenzó la ascitis y mi padre empezó a ir al hospital dos veces por semana para que se la drenaran. Sabíamos que esto era malo, pero no renunciamos a luchar por él y con él. Abril de 2015, tenía sangre en las heces y volvió al hospital donde lo ingresaron y finalmente lo enviaron a casa en régimen de cuidados paliativos. Un ex jugador de fútbol universitario, de 54 años, ahora en su lecho de muerte. Lo vimos consumirse en nada más que huesos. Mi hermano, mi madre, mi marido y yo pasamos todos los días empapándonos de cada momento que podíamos con él. El 13 de mayo de 2015 mi papá falleció pacíficamente con mi mamá, mi hermano, la enfermera del hospicio y yo a su lado. Me enteré de que estaba embarazada 2 semanas después y mi hija, que habría sido el primer nieto de mi padre, nació exactamente 8 meses después de su fallecimiento. Mi hermano está ahora casado con la enfermera del hospicio de mi padre. Perder a mi padre a los 24 años cambió mi vida de una manera de la que nunca me recuperaré. El cáncer de páncreas se llevó al hombre más fuerte que he conocido y si mi historia puede ayudar a 1 persona, me sentiré realizada en mi vida. Abogue por sus seres queridos, eduque a otros sobre esta horrible enfermedad.

 

El impacto del tiempo

Ahora sé lo importante que es el tiempo. Siempre estoy deseando tener un momento más. El tiempo es muy importante.