Mi historia es sobre Mike Nelson

 

Este evento tuvo lugar del 26 de mayo de 2020 al 20 de octubre de 2021

 

El descubrimiento

Mi abuelo Mike estaba enfermo, vomitando, con dolor de espalda. Así que fue al médico y le hicieron un montón de pruebas, así es como descubrieron su cáncer: cáncer de páncreas en fase 3.

 

Esta es mi historia

Mi abuelo tenía 72 años. Luchó durante un año y medio. Cuando descubrimos que tenía cáncer, ya estaba en la fase 3. La detección temprana no es un deseo, es una NECESIDAD. ¿Podría la detección temprana haber salvado la vida de mi abuelo? Tal vez. ¿Podría salvar a alguien más? Por supuesto.

 

El impacto del tiempo

Mi abuelo tuvo su whipple en abril de 2021. Fue una operación de 10,5 horas y después fue declarado libre de cáncer. ¡Increíble! Estábamos eufóricos. Había luchado mucho por esto. El 7 de octubre de 2021, se le hizo un TAC de seguimiento y un análisis de sangre. Sus niveles de CA-19 se habían disparado a más de 10.000. Su cáncer había vuelto. Su oncólogo le dijo que le quedaban entre 6 y 12 meses, ya que había llegado al límite de la quimioterapia y la radiación, y no quedaban más opciones de cirugía. Está esa cosa curiosa del tiempo. Estaba previsto que me casara en septiembre de 2022, así que lo cambiamos y me casé en el salón de mi abuelo el 10 de octubre de 2021. Dos horas después de casarme, mi abuelo Mike empezó a vomitar sangre. Lo llevamos al hospital, era peor de lo que pensábamos. El cáncer estaba en todas partes. Le ofrecieron cuidados paliativos, un stent en el intestino, pero lo rechazó. Estaba cansado, quería irse a casa. Estaba listo para volver a casa y dejar su lucha. El 12 de octubre de 2021 trajimos a mi abuelo a casa con cuidados paliativos y tuvimos El Mejor Día. Nos reímos, bromeamos, estaba despierto y lúcido y era Mi Abuelo. Pasé los siguientes 8 días trabajando con el hospicio y con mi abuela para cuidar de él mientras declinaba rápidamente. Le acomodamos lo mejor que pudimos, le hablamos, nos sentamos tranquilamente con él, le cantamos melodías tranquilas, le leímos. El 20 de octubre de 2021 a las 19:35 horas dejó su cuerpo terrenal, su cáncer, todo atrás. Murió. Estábamos a su lado. Le cogí la mano y le besé la cara. Mi abuela se sentó junto a su cabeza. Era tranquilo, pacífico. Tenía 72 años.

Hay algo curioso en el tiempo. En el lapso de 12, 13 días pasamos de pensar que nos quedaban años, a 6-12 meses, a días. Nos empapamos de todo lo que pudimos. Incluso cuando no estaba despierto, sólo sentada allí sosteniendo su mano, recuerdo haber rogado a Dios que me permitiera detener el tiempo, que este momento durara para siempre.