Iga
Mi historia es sobre Patrycja Rzadkowska
El descubrimiento
Siempre he querido perder peso. Para hacerlo bien, he consultado con mi médico. Mis análisis de sangre eran correctos, asà que me hizo una USG del abdomen. Era miércoles, segunda quincena de julio. Dijo que no podÃa ver mi páncreas y que hay algo grande dentro de mi vientre. No querÃa que entrara en pánico, asà que me aconsejó que hiciera un TAC lo antes posible. Asà que lo hice, al dÃa siguiente, el jueves. Le pedà que obtuviera resultados rápidamente. El viernes por la mañana, me hicieron una USG con un médico amigo, el gastroenterólogo. Lo confirmó: tenÃa un gran tumor, de 16 cm, en el cuerpo y la cola del páncreas. Ese mismo dÃa recibà los resultados del TAC.
Esta es mi historia
Apenas recuerdo ese dÃa. Fui a trabajar para no enloquecer. He pasado todo el dÃa al teléfono, hablando con mis amigos y mi familia. Al mismo tiempo, en casa, mi madre y su hermana preparaban la cita y buscaban las mejores salidas. Pocos dÃas después, el miércoles siguiente, fuimos a Katowice para una cita con uno de los mejores cirujanos de páncreas. Bueno, en mi opinión es el mejor, pero puede que sea parcial. Ha dicho que necesito operarme lo antes posible. Me encontró una cita en el hospital en el que trabaja, a mediados de septiembre. Mientras tanto, me hicieron una laparoscopia diagnóstica en WrocÅ‚aw, que demostró que era un tumor neuroendocrino. El 8 de septiembre mi familia y mis amigos me organizaron una fiesta de cumpleaños sorpresa. Me sentà abrumada por la cantidad de amor y apoyo que me dieron. Por fin tenÃa 25 años, tenÃa toda la vida en mis manos. Pues no. Mi vida estaba en manos del cáncer. El 18 de septiembre fui a Katowice y al dÃa siguiente me operaron. Duró entre 5 y 6 horas. El tumor fue extirpado en su totalidad. No puedo reconocer los próximos dÃas. El primer dÃa que recuerdo fue el viernes, cuando mi amiga y su marido me hicieron una visita.
El impacto del tiempo
Entonces no sentÃa mucho dolor, pero me daban morfina. Entonces no podÃa comer, pero me daban goteros. Pasaron los dÃas y me quedé en el hospital debido a las complicaciones: mi conducto pancreático estaba dañado. El jugo pancreático salÃa de mi vientre, asà que tuve que drenar. No me dieron ningún alimento para no cargar el páncreas. He pasado todo un mes en un hospital. Mis amigos más cercanos de OÅ‚awa, Varsovia, Cracovia y Radom vinieron de visita. También mi familia. Mis padres estuvieron conmigo todo el tiempo. No estaba solo. También recurrà a la ayuda de un psicooncólogo. Todo ello hizo más fácil esta batalla contra el cáncer. Mientras tanto, llegaron los resultados de la histopatologÃa: no era un tumor neuroendocrino, sino un NPS (neoplasia sólido-pseudopapilar), mucho más raro. Los médicos dijeron que la cirugÃa era todo el tratamiento que necesitaba. Me han trasladado al hospital de Varsovia para arreglar mi conducto de Wirsung. Me fui a casa 31 dÃas después de la operación. He perdido 12 kg, no comÃa, estaba agotada, no tenÃa fuerzas, tenÃa una enorme cicatriz en todo el cuerpo, desde la parte inferior del pecho hasta el ombligo. Pero yo estaba vivo. Estaba sano. Por supuesto, tengo miles de citas con muchos médicos. TodavÃa tengo el procedimiento ECPW, porque mi conducto de Wirsung no está funcionando correctamente. Pero me he graduado en la universidad, soy psicólogo. También he realizado estudios de postgrado y me he convertido en psicooncóloga, lo que me ayuda en mi trabajo voluntario. Estoy difundiendo mi historia para que quizá alguien vaya a comprobar su estado de salud. Tuve suerte porque fue el último momento para descubrir el cáncer. El momento es crucial. Y tuve el mejor apoyo que jamás podrÃa haber soñado: mi familia, mis amigos, mis médicos, mi enorme ejército que me ayudó a sobrevivir. Soy superviviente de cáncer. Y estoy orgulloso de mà mismo. Y ahora estoy viviendo mi vida aún más plenamente que antes.