Beverly

Mi historia es sobre mà­

 

Este evento tuvo lugar desde el 11 de abril de 2019 hasta ahora.

 

El descubrimiento

Mi cà¡ncer fue descubierto durante un programa de deteccià³n temprana a través de una ecografà­a endoscà³pica en abril de 2019.

 

Esta es mi historia

En 1998, vi con impotencia cà³mo mi madre era trasladada de un especialista a otro, y de un hospital a otro durante un perà­odo de 5 semanas sà³lo para obtener un diagnà³stico. En 6 meses se fue. Si no hubiera sido por la deteccià³n temprana, esa podrà­a haber sido mi historia. Siempre tuve una voz interior que me decà­a que era una cuestià³n de «cuà¡ndo» y no de «si», pero nunca imaginé que la esperanza formara parte de la ecuacià³n. Gracias a la deteccià³n temprana, ¡ahora tengo ESPERANZA!

 

El impacto del tiempo

La deteccià³n precoz no sà³lo desempeà±à³ un papel en mi historia, sino que ES mi historia. Mi madre habà­a muerto de cà¡ncer de pà¡ncreas en 1998 y mi abuelo materno en 1974. También creo que habà­a otros en mi à¡rbol genealà³gico basado en vagos certificados de defuncià³n descubiertos en ancestry.com. Cada aà±o, en mi examen fà­sico anual, mi médico de cabecera repasaba mis antecedentes familiares y la respuesta era siempre la misma. «Desgraciadamente, no hay pruebas para la deteccià³n precoz cuando se trata de la PC». Fue gracias a la autodefensa que di con el estudio CAPS5 a través de la Universidad John Hopkins y me apunté inmediatamente. Me he hecho dos revisiones anuales sin resultados. Al tercer aà±o me encontraron una masa de 1 cm en la cola del pà¡ncreas. No tenà­a sà­ntomas. En dos semanas, me sometieron a una pancreatectomà­a/esplenectomà­a distal seguida de quimioterapia y radiacià³n adyuvantes. Me han clasificado como 1a sin afectacià³n de los ganglios linfà¡ticos. Actualmente soy NED.